Cada vez más autónomos eligen WorkB, el nuevo coworking de Castellón de la Plana, como alternativa al trabajo desde casa o a alquilar una oficina completa. Pero además de la flexibilidad y el networking que ofrecen estos espacios compartidos, hay otra ventaja menos visible pero igual de importante: las deducciones fiscales.
A continuación te explicamos qué puede desgravar un autónomo en su declaración de IRPF y de IVA cuando trabaja desde un coworking, y qué condiciones hay que cumplir para hacerlo correctamente.
🧾 1. Cuota del coworking: deducible al 100%
La cuota mensual del coworking (ya sea fija o variable) es un gasto deducible tanto en el IRPF como en el IVA, siempre que esté directamente relacionada con la actividad profesional.
Para justificarlo, el autónomo debe:
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Estar dado de alta en el epígrafe del IAE correspondiente a su actividad.
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Disponer de factura emitida por WorkB, a su nombre y con su número de NIF.
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Pagar el servicio por medios bancarios (transferencia, tarjeta, etc.).
En este caso, no hay que hacer el complicado cálculo del porcentaje de vivienda como ocurre cuando se trabaja desde casa: el coworking es un espacio totalmente afecto a la actividad, por lo que la deducción es íntegra.
☕ 2. Otros servicios incluidos: también deducibles
Muchos coworkings incluyen en su tarifa o facturan aparte servicios complementarios como:
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Internet, electricidad y limpieza.
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Impresiones, alquiler de salas, taquillas o material de oficina.
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Café, agua o snacks (si están incluidos en la cuota).
Todos esos gastos son deducibles en la medida en que estén vinculados al trabajo. Eso sí, si el coworking los factura de forma separada, conviene revisar que estén identificados y justificados con factura.
🚗 3. Transporte y desplazamientos
Si el autónomo se desplaza desde su domicilio hasta el coworking, el gasto de transporte (combustible, transporte público, etc.) puede deducirse siempre que se pueda justificar su vinculación profesional.
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En IRPF, solo se admite si el vehículo está afecto a la actividad.
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En IVA, puede deducirse parcialmente (normalmente el 50% del IVA del combustible y mantenimiento).
En la práctica, Hacienda es estricta con los vehículos, así que conviene conservar justificantes de reuniones o actividades que acrediten la necesidad del desplazamiento.
💻 4. Material y equipamiento
Cualquier material o equipo comprado para trabajar desde el coworking —como un portátil, auriculares, agenda, o silla ergonómica— puede incluirse como gasto deducible, siempre con su correspondiente factura y relación con la actividad económica.
🧠 5. Formación y networking
Si el coworking ofrece eventos formativos, charlas, talleres o actividades de networking que mejoren las competencias profesionales del autónomo, también pueden deducirse.
Estos gastos se encuadran dentro de la categoría de “formación y desarrollo profesional”, y son perfectamente justificables si se emite factura a nombre del autónomo.
Conclusión: tu coworking en Castellón, un gasto inteligente
Además de ser un entorno más productivo y colaborativo, el coworking es una opción fiscalmente ventajosa para los autónomos.
La clave está en guardar las facturas, vincular claramente cada gasto con la actividad profesional y evitar incluir gastos personales.
Con una buena gestión contable, trabajar desde un coworking puede suponer un ahorro real en impuestos, además de mejorar la calidad de vida y el entorno laboral del profesional independiente.


